Los recubrimientos a base de agua son un tipo de recubrimiento que utiliza agua como solvente en lugar de solventes tradicionales como productos químicos a base de petróleo. Estos recubrimientos a menudo se usan como una alternativa más ecológica a los recubrimientos a base de solventes, ya que tienen niveles más bajos de compuestos orgánicos volátiles (VOC) y son menos dañinos para la salud humana y el medio ambiente. Los recubrimientos a base de agua se pueden usar para una variedad de aplicaciones, incluidos recubrimientos arquitectónicos (como pinturas y barnices), recubrimientos industriales (como recubrimientos automotrices y de maquinaria) y recubrimientos de madera (como manchas y acabados). Se pueden aplicar a varias superficies, incluidos metal, madera, concreto y plástico. Una de las principales ventajas de los recubrimientos a base de agua es su bajo olor y baja toxicidad, lo que las hace más seguras de usar en entornos interiores. También se secan más rápido que los recubrimientos a base de solventes, lo que puede aumentar la productividad en aplicaciones industriales. Además, los recubrimientos a base de agua a menudo son más resistentes al amarillamiento y tienen una mejor retención de color con el tiempo. Sin embargo, los recubrimientos a base de agua pueden tener algunas limitaciones en comparación con los recubrimientos a base de solventes. Pueden ser menos duraderos y tener una menor resistencia química, lo que puede hacerlos menos adecuados para ciertas aplicaciones. También pueden requerir una preparación de superficie adicional y cebado para lograr una adhesión óptima. En general, los recubrimientos a base de agua ofrecen una opción más sostenible y ecológica para diversas aplicaciones de recubrimiento, con emisiones de VOC más bajas y una mejor seguridad tanto para los trabajadores como para los usuarios finales.
Pigmentos anticorrosión, recubrimiento receptivo de inyección de tinta, agente estatoso